Valencia en Fallas
Ayer pasé por Fallas a mi regreso del taller.
No ví la ciudad, porque entre lo cansado que estaba tras mi semana intensiva - agravada por el madrugón (el primer tren del día lo cogí a las 05:51 en Padova) - y que estaba todo lleno de gente y de Fallas, la ciudad era imperceptible a mis ojos.
Pero, no es necesario, ya que en estas fechas Valencia se percibe mucho mejor con los ojos cerrados, sólo con la nariz y el oído, con el ruido y el olor a pólvora. Es el latido de una ciudad que espera latente todo el año hasta que depierta con la primavera.
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