Sabes que has pasado mucho tiempo en Marruecos (IV)
Cuando no te arredras al ver acercarse un rebaño prieto de cabras por la calle y lo cruzas sin parpadear, aunque vengas de frotarte detras de las orejas en el hammam.
Cuando no te arredras al ver acercarse un rebaño prieto de cabras por la calle y lo cruzas sin parpadear, aunque vengas de frotarte detras de las orejas en el hammam.
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