Mi pie izquierdo
Esta noche he tenido un pequeño problema con mi pie izquierdo. No se quería calentar. No creo que tenga que ver con el frío polar de mi habitación ya que duermo en un saco preparado para -10 grados y además me construyo un refugio con un trozo de aislante de 1,5x1,5m que me sirve de iglú. Además, el pie derecho se ha portado bien y al poco rato de estar dentro del saco, estaba ya calentito.
He intentado poniendome dos calcetines que me regalaron en Estonia. Nada. He probado a calentarlo con el pie derecho, pero lo único que lograba era enfriar a éste sin calentar al rebelde pie siniestro. Así que he decidido desterrarlo lejos - al fondo del saco, donde viven las pulgas- y acercar el derecho al resto del cuerpo.
Por la mañana seguía helado. Menos mal que varias horas de caminata lo han espabilado. A ver si hoy no me da la noche.
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