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Viaje a los sueños (polares)

Dos horas de diferencia

Dos horas de diferencia Si entras a un concierto gratis y te lo pasas genial, en compañía de buenos amigos y con anécdotas que recordarás toda la vida, no te puedes quejar, ¿verdad que no? Pues eso es lo que me pasó a mí el sábado. Pero el día siguiente, domimgo, ha estado a la altura.
A pesar de que la difusa línea entre ambos días sean apenas dos horas que me reencontré con mi cama, he empezado el día con ganas de hinchar globos de colores, reencontrar viejos amigos, confundirme entre niños de todas las edades, dormir la siesta tendido al sol, dejar miles de huellas a mi alrededor y danzar ritmos desenfrenados al compás marcado por los timbales verdes o blancos.

Y bailar el vals de Amelie contigo.

4 comentarios

buho -

Todo lo que quieras hacer, házlo, es lo que hace sentir vivo al niño que todos llevamos dentro. Si no nos queremos algo se acaba muriendo, sin remedio...

Julien -

Tenía que haber participado en el concurso de la entrada gratis...

Aldeana -

Pese a mis últimas escapadas campestres, me quedé con ganas de merienda y siesta en la hierba... nada como unas cuantas hormigas para recuperar el karma...
Me alegro de que disfrutárais el sábado :-)

oroD -

Y conmigo no lo bailas Amelie...? Bueno, me conformo con saltar a tu lado al ritmo de Fangoria, jeje...