Pereza con escamas
Hay días que lo único que me apetece hacer es desandar el camino de la evolución hasta detenerme en un estado reptiliano, y no alojar en mi cabeza más preocupaciones que la de encontrar la postura más cómoda para estar tendido al sol; todo ello sin remordimientos de ningún tipo, pues es eso precisamente lo que un lagarto debe hacer.
Estos días despiertan en mí los instintos perezosos más salvajes (menuda paradoja), con unas ganas locas de retozar en el césped, beber zumo de limón recién exprimido y desterrar de mi mente cualquier idea relacionada con trabajo mental llevado a cabo debajo de un techo (como por ejemplo, una biblioteca).
Es un pena que aún no haya conseguido que me salgan las escamas.
Estos días despiertan en mí los instintos perezosos más salvajes (menuda paradoja), con unas ganas locas de retozar en el césped, beber zumo de limón recién exprimido y desterrar de mi mente cualquier idea relacionada con trabajo mental llevado a cabo debajo de un techo (como por ejemplo, una biblioteca).
Es un pena que aún no haya conseguido que me salgan las escamas.
3 comentarios
oroD -
Nómada -
Sean Genius -