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Viaje a los sueños (polares)

Días de lluvia

Días de lluvia Para todos aquellos que me odian/envidian porque paso las navidades en una isla tropical mientras ellos deben ponerse guantes y gorro para salir a la calle, comunico que un cachito díscolo de ciclón ha decidido pasar aquí el fin de semana. Y desde ayer por la noche que estuve en un concierto (menos mal que a cubierto), no ha parado de llover en más de 24 horas seguidas. Esto es como la gota fría de mi tierra.

Por suerte ocupaciones no nos han faltado. Esta mañana a pesar del chaparrón hemos ido al mercado a comprar piñas, lichis, fruta de la passión, patatas para hacer una tortilla española y algunas otras cosas que no sé como se llaman pero están ricas. También hemos comprado una botella de vino en el supermercado. No ha quedado un sólo charco en el que no hayamos brincado, y lo mejor ha sido la cara de la señora del kiosko cuando me he acercado completamente chopado y me he comprado un polo de chocolate. Después hemos hecho un desayuno-comida a pesar de que las placas para cocinar no funcionan (bueno, sólo un día de cada tres o cuatro) desde hace semanas. Al final hemos encontrado una amable persona que nos ha prestado la suya portátil, y con todo ello hemos preparado una maravillosa comida consistente en croissants, napolitanas de chocolate, queso, salchichón, nata, algunos dulces de navidad que nuestras familias nos han hecho llegar, y glögi, vino caliente con especias típico de Finlandia, que nos ha calentado por dentro. Y a mí me ha hecho viajar a cuatro años atrás.

Lo mejor de la comida ha sido que cada persona que pasaba por la cocina ha recibido un regalo, sea un trozo de turrón italiano, sea una almendra de mazapán, sea un vaso de glögi. Ha sido un verdadero espíritu de navidad, ya era hora de que me llegase, y una larga comida.

Después de la comida, y como la lluvia no invitaba a salir, una partida de Risk que ha quedado interrumpida por el adiós a CM. Una dulce chica noruega, algo más que mi vecina de puerta. De hecho, yo era para ella Papá, siempre podía pedirme consejo. Y era una gran compañera de pateo, casi todas las salidas a la montaña las habíamos hecho en compañía. Deja un gran hueco en mi Erasmus, pero no quiero estar triste. Estoy muy contento de haberla encontrado desde los primeros días en la isla. Pero su marcha anuncia un poco el principio del fin, Y eso que aún me quedan muchas semanas...

Justo antes de que la CM se montara en el coche runbo al aeropuerto, han llegado algunos de los italianos que han intentado subir al pico más alto de la isla. La tormenta les pilló en la montaña y han llegado a la residencia tarde, agotados y calados hasta los huesos. Y sin haber llegado hasta la cumbre.

Después la gran cena, con tortilla de patatas, lentejas con zamba italianas y un panetone; delicioso todo. Bueno, mi tortilla mejorable, pero como ellos no conocen las que hace mi padre les ha parecido buenísima. Después a acabar el día con la partida de Risk.

Y mañana día de fiesta, a ver si no lloviese...

1 comentario

Marilyn -

turrón italiano? ahora me dirás que también brindas con champagne, en vez de con cava...