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Viaje a los sueños (polares)

Mensajes en botella

Aromas de la isla

Aromas de la isla Ayer a la hora del postre mi madre me sorporendió con un montón de recuerdos,  ya que había encontrado lichis para mi. Sinceramente, aparte de mis amigos, no hay nada que eche más de menos que esta pequeña fruta áspera por fuera y suave, jugosa y perfumada por dentro. Pequeñas bolas de Navidad comestibles. Cuando llega diciembre, las calles se llenan de tenderetes que, por un euro, te venden un kilo. Es tan tradicional allí por Navidad como el turrón para nosotros. Así, imaginad que alegría cuando he podido llevarme a la boca unas cuantas de estas delicias y, cerrando los ojos, he retrocedido un año en el tiempo y he vuelto a mi isla. Gracias, mamá.

Canarias: Dias 1 y 2

Llegamos al aeropuerto donde nos recogieron en una guagua para llevarnos a un hotel, donde nos pusieron una pulsera de todo incluido (y todo es todo, incluyendo el ron miel y toda la comida que uno pueda tragar. Luego nos dejaron a los 5 voluntarios que habiamos llegado tiempo libre, para ir conociéndonos; para ello qué mejor lugar que una playa de arenas negras o la piscina del hotel con su jacuzzi y su barra libre. Ah, las habitaciones enormes, con armarios en los que uno cabe y con vistas al mar, con cama de matrimonio y sin necesidad de compartirlas. La verdad es esto de trabajar es duro porque al día siguiente (hoy miércoles) hemos tenido que madrugar y claro, aunque salimos ayer a ver el panorama (todo lleno de guiris), pues no pudimos quedarnos hasta muy tarde. Eso sí, hoy continuaremos con las actividades de integración en otra playa, una que tiene arenas blancas y está detrás de unas dunas y que, dicen, es muy bonita. Ya mañana veremos que tal puedo contaros... creo que dejo gran Canaria para ir a Lanzarote, a un hotel de *****.

Burrocracia

<em>Burro</em>cracia Me despedi de la isla haciendo papeleos, y tras una breve visita a la última cena de LDV, llego a casa y ¡qué me espera? Más papeleos. En el ministerio han debido perder mis papeles y ahora me reclaman en diez días que los vuelva a enviar. Genial. Menos mal que parece ser que todo va a salir bien, si no, pues a otra cosa mariposa.
El mundo va lleno de oportunidades, y yo las voy a aprovechar.

Se busca ciclón

Se busca ciclón Busco ciclón de pequeño tamaño, para situarse en los alrededores del aeropuerto de la isla e impedir que despeguen los aviones. Trabajo fácil,no es necesario derribar edificios ni crear inundaciones...

Necesito una semana más de tiempo.

40 grados

40 grados No es la temperatura de la isla en este tórrido verano austral que extrañamente (gracias, meteo) está siendo pobre en lluvias.
No es tampoco la graducón del ron Charrette, orgullo de esta isla de caña de azúcar (llega a los 49º y casi ni se notan cuando está bien mezcladito).
Era más bien la fiebre que me había invadido el lunes por la tarde y todo el martes. Por supuesto, no ha sido capaz de retenerme en la cama, y he ido a la playa con J y S, los dos italianos que junto conmigo, son el último ejemplo de vida mediterránea que queda por aquí, y que se van también una semana más tarde que yo... La isla no será lo mismo si sólo quedan ingleses, alemanes, canadienses y algun que otro individuo aislado de pequeños países.

Lo dicho, que me he defendido de la fiebre con cabezonería y esfuerzo, creo que nadie se ha dado cuenta. Sólo cuando estábamos viendo "Alejandro Magno" he flaqueado, y el agotamiento de la dura lucha por el control de mi organismo me ha hecho dar cabezadas durante los momentos más lentos de la peli. Sin embargo, durante la grán sangría que he organizado como parte de mis actos de despedida, ni yo mismo me acordaba ya de la enfermedad.

Aunque hoy me sigue doliendo la garganta...

Ya dormiré en el avión.

Ya dormiré en el avión. Las horas de sueño que van quedando en el limbo empiezan a pesar. Pero no quiero dormir más de lo imprescindible antes de abandonar esta nave que cruza el océano Índico.

Volar

Volar A menudo sueño que soy capaz de volar. Que soy ligero y puedo suspenderme en el agua, que las corrientes me desplazan en un vals silencioso. Yo aleteo para acercarme a saludar a un pájaro en su nido enclavado en la pared de un cañón submarino, o me dejo caer en un picado dulce y pausado para recoger una caracola del fondo y descubrir que está okupada por un cangrejo ermitaño. Peces de mil colores danzan al son de mi respiración y mis burbujas buscan el sol en una carrera en la que todas ganan. La arquitectura de los corales evoca las formas gaudianas y yo puedo sobrevolar el paisaje sin perturbar el espectáculo. Sobre mi cabeza, una familia de rayas perfila su silueta contra el sol azul.

A menudo confundo realidad y sueño.

El principio del fin

El principio del fin En esta película ya han comenzado los títulos de crédito. Esto se termina.

En principio, el fin es algo inseparable de los comienos, de las cosas nuevas, de la evolución a nivel personal. Vas cerrando etapas, vas madurando (eso espero), vas hacia adelante. En el caso de las estancias en el extranjero el ejemplo es aún más evidente, tienen una fecha de inicio y una de final, claramente indicadas en el billete de avión. Yo suponía que dada mi experiencia en este tipo de despedidas, iba a ser fácil. Pero el tener que ir diciendo adiós uno a uno a los nuevos amigos es siempre duro, es demasiado prolongado en el tiempo. Pronto llegará el día impreso en mi billete de avión, y esta vez seré yo el que parta y otros los que me despidan en el aeropuerto. Pero no estoy triste, pues sé que mi regreso a casa será la oportunidad de nuevos descubrimientos.

Lost and not found

Lost and <em>not</em> found En lo que va de año llevo ya perdidos unas cuantas cosas, algunas de las cuales pertenecen al grupo de objetos que me acompañaban alli donde voy:

1.- Unos pantalones cortos de la UA. No es grave, tengo más.
2.- El pañuelo rojo que compré en el mercado de segunda mano de Helsinki. Irreemplazabla.
3.- Mi gorro amarillo inseparable. Se lo llevó el viento de una tormenta tropical. Ya me haré otro, y será el tercero...
4.- La(s) vara(s) que utilizaba para ayudarme en los descensos de las montañas; como cuando hice el camino de Santiago. No es grave, aunque haya perdido dos.
5.- Hoy me habia comprado una camiseta y la he perdido antes de llegar a casa. ¡Soy un desastre!

En fin, que pese a todo en mi vida algunas cosas nunca cambian.

Alerta ciclónica

Alerta ciclónica Había pensado en empezar a contar detalles del viaje pero por ahora dejaré claro que estoy bien. Y digo esto porque como ebntramos en alerta ciclónica, no quiero que nadie se preocpe que sigo en buen estado si llegan por ahi las noticias de las condiciones meteorológicas por estos lares. Eso sí, lo que no está tan claro es que los aviones despeguen en caso de ciclón, así que mi regreso está, más que nunca, en el aire.

Por cierto, como todo en esta parte del mundo, el ciclón gira inverso...

hogar dulce hogar

hogar dulce hogar Bueno, ya estoy por fin en casita. Aunque no por mucho tiempo, apenas me quedaré en la isla el tiempo necesario para arreglar los papeleos de la beca, para acabar mi curso de buceo y para pegarme dos o tres fiestas de despedida antes de coger de nuevo el aeroplano.

Pero después de recorrer una enorme isla y de dormir cada día en un lugar, casi siempre en cuchitriles de mala muerte para ahorrar unas perrillas, da gusto regresar a un territorio conocido. Aunque me toque dormir en el suelo de la habitación de un amigo porque no tengo una habitación propia (no quise pagar el mes de enero si no iba a estar...).

Ya sé que estareis esperando noticias y aventuras del viaje pero sinceramente, estoy agotado y tengo miles de emails por leer. Pronto daré un resumen de mi viaje. Lo prometo.

Ajetreo

Ajetreo Bueno, comienza la cuenta atrás... Hoy empiezo a desmontar mi chiringuito, ya que mañana dejo mi habitación libre porque me piro un mes de viaje a la Gran Isla. Y sería absurdo pagar la habitación si no voy a estar, prefiero invertir el dinero en recorrer algún kilómetro más. A mi vuelta, me quedan aun unos días en la isla pequeñita, algún amigo me dará cobijo. De todas maneras, no pienso estar mucho tiempo del que me queda entre cuatro paredes. ¡¡Aún me quedan cosas que hacer y hay que aprovechar el momento!!

Lo peor: no sé que voy a hacer con tantas cosas que he acumulado, hoy es día de decidir qué cosas pasan a formar parte de mi equipaje y cuales se quedan en el camino. Bueno, lo que sea reutilizable lo donaré a mis amigos que se quedan aquí más tiempo.

PD: Llevo los ojos bien abiertos y la mente dispuesta a absorber un mundo nuevo de colores, olores y sabores.

Nochevieja

Nochevieja 31/12/2004
01/01/2005

Piton des Neiges
3070 metros
10 h bajo la lluvia

4 amigos, 1 intención

Empezar el año de un modo diferente.

Nochebuena toca hoy...

Nochebuena toca hoy... La Nochebuena comenzó propiamente al ir al "petit marché" a comprar lo que necesita un buen carry poulet, guiso típico de la isla que habíamos escogido para iniciarnos en la cocina criolla, siguiendo una receta que amablemente nos había dado con todo detalle el guardián de la puerta de la universidad.

Con los ingredientes en las mochilas empezamos a buscar las otras cosas que necesitábamos en el centro. Nos reunimos después con J en la residencia para tomar un té, y la iniciamos a jugar al risk. ¡Qué juego más peligroso!

Demasiado tarde por culpa de las cuestiones de geopolítica mundial alrededor de un dibujo del planeta, empezamos a preparar todo para cocinar. Y cuando estaba ya todo cortadito bien fino... ¡plof! La cocina no funciona. Falta la electricidad en toda el ala de las cocinas de la residencia. Qué bien. A buscar al guardián que por supuesto no ha llegado todavía. Las ocho (equivalente a las diez para las costumbres de aquí) y aún sin empezar. Y nos dieron casi las nueve…

Menos mal que cuando llega el guardián nos sube el fusible de las cocinas y además se enrolla y nos dice que no va cerrar la cocina a las diez. Obviamente, porque nosotros no estábamos por la labor de cenar un bocata en nochebuena. Además, el tipo se preocupó de enseñarnos un rincón del campus donde crece una especia que se llama Calupilé y que le dio un buen aroma al guiso.

Mientras cocinábamos con la música de Los Planetas, el ambiente de navidad se iba materializando, como por arte de magia. Pero el caso es que entre una cosa y otra cuando nos pusimos a cenar era ya medianoche, y cuando nos llevábamos el tenedor a la boca por vez primera, comenzaron los fuegos artificiales; estaban por toda la ciudad, que nosotros dominábamos desde el balcón de la cocina en nuestro sexto piso. Y la música de Yann Tiersen, invitado de honor a la cena, hizo el coro perfecto al espectáculo de luz y sonido que inundaba la ciudad de la montaña a la mar.

Tras la copiosa cena, llegó el momento de los regalos. Yo sólo recibí, porque los míos llegarán, como debe ser, el día de Reyes. A mí me tocaron buenos regalos, igual otro día los comento.

Y después, no sé si sería el ron, el champán, o tal vez los dos, pero no se nos ocurrió otra cosa que coger el coche a las tres de la mañana para irnos a trepar las faldas del volcán. Para más diversión, ¡plof! otra vez se va la luz, esta vez en todas las residencias de la universidad. Que fiesta para hacer la mochila a oscuras, me costó horrores encontrar la linterna.

Salimos de la uni a las tres y media, y al guardia de turno le dimos un plato de nuestro guiso, aunque no pareció apreciar mucho nuestro gesto porque ni lo probó Peor para él, porque estaba rico, rico.

En menos que canta un gallo estábamos en la otra punta de la isla, con las botas hambrientas de montaña. Bueno, antes a ver el amanecer sobre la llanura roja que hace las veces de antesala del gran gigante. Eso sí, el ascenso de la cumbre del volcán lo hicimos A y yo con el gorro rojo y blanco, a pesar de la dureza de la ascensión bajo el sol del verano austral.

De regreso a la tarde, no fue posible atravesar la isla de nuevo sin echarnos una siesta en el arcén…

Y me queda aún...

Me queda aún contar aquí cómo fue mi noche buena y mi navidad... Pero eso requiere que prepare el texto porque fueron muchas cosas las que pasaron. Así que otro día. Hoy me voy a la playa.

Tsunamis

Tsunamis El domingo estabamos tan tranquilos en la playa cuando nos avisó la policía que había un aviso de maremoto con olas de hasta diez metros. Dejamos la dorada arena de la playa con pena y buscamos un sitio elevado desde donde poder ver el fenómeno. Por suerte era una alarma de precaución porque en esta isla, que no llega a salir ni siquiera en el pequeño recuadro de la esquina superior izquierda, sólo se percibió levemente y sin víctimas de ningún tipo. Sólo un epqueño y curioso efecto de subida y bajada del nivel del mar que dejaba al descubierto las rocas de la costa de vez en cuando. Luego nos dimos cuenta de las dimensiones de la tragedia en otras partes del océano índico, y como de costumbre, doy gracias a mi angel guardián.

Después unas llamadas para tranquilizar a familiares y amigos. No vaya a ser que se preocupen demasiado.

Atado

Atado Ayer cuando estabamos descansando a la orilla de una maravillosa cascada, comenzamos a hablar de nudos. El cuadrado, el ocho, el as de guía... Pero sin duda lo que más sorprendió al publico, fue mi manera especial de atarme los cordones de las botas (bueno, de realizar cualquier lazo). A pesar de que todos querían aprender, yo no les quise enseñar, e cumplimiento de mi palabra. Recuerdo bien que cuando me enseñaron el revolucionario método, fue a condición de no revelar jamás el secreto. Fue en el patio de mi colegio, junto a las pistas de Volley si mi memoria no falla. Y fue hace ya muuuuchos años. Más de diez.

Por supuesto, el dibujo que acompaña este texto no desvela el secreto...

Ma acuerdo...

Ma acuerdo... No es justo, cada vez que cae el gordo en Sort me da mucha rabia recordar aquel verano que estuve de campamento en ese pueblo y nadie me dijo que debía comprar un decimito. Claro que debería haberlo imaginado, con ese nombre...

De todos modos, este año no había comprado ni una pequeña participación...

20 diciembre

20 diciembre Ayer en esta isla fue el día de la mayor fiesta del año. Se celebra que el 20 de diciembre de 1848 se abolió la esclavitud. Y desde hace unos años se celebra por todo lo alto en toda la isla, con fuegos artificiales y con un desfile en el que participan casi todos los grupos que pueblan este pedazo de tierra volcánica. Es una fiesta de hermanamiento de las razas y de recordar el pasado para no repetirlo. Una fiesta de celebración del mestizaje.
Por desgracia, no en todo el mundo tienen su 20 de diciembre... Por un mundo más justo, por un mundo sin amos ni esclavos (de ningun tipo).

Días de lluvia

Días de lluvia Para todos aquellos que me odian/envidian porque paso las navidades en una isla tropical mientras ellos deben ponerse guantes y gorro para salir a la calle, comunico que un cachito díscolo de ciclón ha decidido pasar aquí el fin de semana. Y desde ayer por la noche que estuve en un concierto (menos mal que a cubierto), no ha parado de llover en más de 24 horas seguidas. Esto es como la gota fría de mi tierra.

Por suerte ocupaciones no nos han faltado. Esta mañana a pesar del chaparrón hemos ido al mercado a comprar piñas, lichis, fruta de la passión, patatas para hacer una tortilla española y algunas otras cosas que no sé como se llaman pero están ricas. También hemos comprado una botella de vino en el supermercado. No ha quedado un sólo charco en el que no hayamos brincado, y lo mejor ha sido la cara de la señora del kiosko cuando me he acercado completamente chopado y me he comprado un polo de chocolate. Después hemos hecho un desayuno-comida a pesar de que las placas para cocinar no funcionan (bueno, sólo un día de cada tres o cuatro) desde hace semanas. Al final hemos encontrado una amable persona que nos ha prestado la suya portátil, y con todo ello hemos preparado una maravillosa comida consistente en croissants, napolitanas de chocolate, queso, salchichón, nata, algunos dulces de navidad que nuestras familias nos han hecho llegar, y glögi, vino caliente con especias típico de Finlandia, que nos ha calentado por dentro. Y a mí me ha hecho viajar a cuatro años atrás.

Lo mejor de la comida ha sido que cada persona que pasaba por la cocina ha recibido un regalo, sea un trozo de turrón italiano, sea una almendra de mazapán, sea un vaso de glögi. Ha sido un verdadero espíritu de navidad, ya era hora de que me llegase, y una larga comida.

Después de la comida, y como la lluvia no invitaba a salir, una partida de Risk que ha quedado interrumpida por el adiós a CM. Una dulce chica noruega, algo más que mi vecina de puerta. De hecho, yo era para ella Papá, siempre podía pedirme consejo. Y era una gran compañera de pateo, casi todas las salidas a la montaña las habíamos hecho en compañía. Deja un gran hueco en mi Erasmus, pero no quiero estar triste. Estoy muy contento de haberla encontrado desde los primeros días en la isla. Pero su marcha anuncia un poco el principio del fin, Y eso que aún me quedan muchas semanas...

Justo antes de que la CM se montara en el coche runbo al aeropuerto, han llegado algunos de los italianos que han intentado subir al pico más alto de la isla. La tormenta les pilló en la montaña y han llegado a la residencia tarde, agotados y calados hasta los huesos. Y sin haber llegado hasta la cumbre.

Después la gran cena, con tortilla de patatas, lentejas con zamba italianas y un panetone; delicioso todo. Bueno, mi tortilla mejorable, pero como ellos no conocen las que hace mi padre les ha parecido buenísima. Después a acabar el día con la partida de Risk.

Y mañana día de fiesta, a ver si no lloviese...