¡sacrilegio!
Volviendo otra vez a mi infancia, y vaya semanita que llevo. Si tocó ponerse contento por reencuentros con buenos amigos (Los Fráguel y R.) ahora toca el turno de enfadarse.No podía dar crédito a mis orejas, pero lo que me habían contado es cierto. Han puesto a dieta al adorable Triki. ¿Por qué? Porque los niños yankees ya no caben en sus pantalones. Solución: han decidido que en vez de mandarlos a jugar y a hacer ejercicio, es mejor que sigan viendo la tele, pero con consejos saludables.
¡Lógico, ¿no?!
Yo entiendo que la obesidad es un problema. Grave, sobretodo en los EEUU. Pero esto de la corrección política (a mí me cuesta menos llamarlo hipocresía) me está empezando a cansar. ¿Porqué no obligan a Coca Cola a mostrar a los chicos y chicas de sus anuncios con unos kilos de más? Y cambiar al payaso de McDonald por el muñeco de Michelín
Va a ser un caos. ¿Cómo va a ser el monstruo de las galletas si no come galletas? Además, si el pobrecillo no se traga ni la décima parte de lo que se mete en la boca. No es un buen ejemplo para los niños. Luego las madres se cabrearán cuando los niños yankees se pongan perdidos al tirarse por encima todo el plato de lentejas, o las berenjenas. No es buen ejemplo. Para favorecer las verduras ya teníamos a Popeye.
¿Quién será el próximo? ¿Garfield? ¿Homer? ¿Obélix? No hay derecho a jugar así con nuestra infancia.
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