Lost and ¿Found?
Cada año se pierden cientos de miles de maletas en los aeropuertos. ¿Quién puede saber cuántas?
Dentro de ellas hay millones de pedacitos de la vida de personas que, en muchos casos, nunca llegan a reencontrarse con sus recuerdos. Yo puedo decir que he tenido suerte, nunca se me ha perdido una maleta, nunca ha aparecido en otro aeropuerto al otro lado del mundo. Menos mal, porque siempre llevo conmigo la ropa que más cómodo me mantiene, los objetos que me hacen sentirme en casa en cualquier rincón del planeta. Pequeñas partes de mí.
Perderlos sería un daño irreparable.
Pero es un riesgo que vale la pena correr.
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