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Viaje a los sueños (polares)

De héroe a antihéroe

De héroe a antihéroe

En un par de años el actor Viggo Mortensen ha pasado de encarnar a uno de los héroes por excelencia (Aragorn: sangre real, una espada con su propio nombre, marcado por el destino para salvar la Tierra Media y a luchar contra el Mal con mayúsculas, y enamorado de una princesa) a encontrarse metido en la piel de un soldado como Diego Alatriste, en medio de una España que empieza a perder el  control del mundo, enfrentándose a los bajos fondos de un Madrid que no tiene salvación, haciendo el amor cuando puede con una tabernera y luchando batallas decididas en las cortes europeas, matando a otros hombres que no son peores que él.

Espero que al igual que sucedió en El Señor de los Anillos de Peter Jackson, con Agustín Díaz Yanes se obre el milagro y veamos los libros bien llevados al cine, y con unas buenas escenas de espada. Una cosa que me da gran tranquilidad es saber que los secundarios son de lujo: Blanca Portillo (Fray Emilio Bocanegra; Volver, Siete Vidas), Unax Ugalde (Íñigo de Balboa; Héctor, Reinas), Ariadna Gil (María de Castro; Belle époque, El laberinto del fauno), Eduardo Noriega (Conde de Guadalmedina; Tesis, El espinazo del diablo), Elena Anaya (Angélica de Alquézar; Lucía y el sexo, Hable con ella), Javier Cámara (Conde Duque de Olivares; Hable con ella, Lucía y el sexo), Eduard Fernández (Sebastián Copons; En la ciudad, Obaba); Enrico Lo Verso (Gualterio Malatesta; Hannibal, Che Guevara), Juan Echanove (Francisco de Quevedo; Los años bárbaros, Bienvenido a casa); y alguno más que se me escapa  seguro.

3 comentarios

kaveri -

Nunca llueve a gusto de todos...

Anónimo -

Pues a mi me da mucha pereza, y con esos secudnarios mas

Anónimo -

Ciertamente si le hace falta al cine español este tipo de películas, que lleven al público a las salas, sin merma de la calidad de la película. Con lo intensa que ha sido nuestra historia si que podrían los cinestas nacionales emplearse en explotar algo más el género histórico y de aventuras, y dejar de trillar de una vez el tema II República-Guerra-Civil-Dictadura. Carajo, más trabajo e imaginación. y menos dejar de dar la coña con las ideologías particulares de los creadores.