Está muy lejos Japón...
Como decía No me pises que llevo chanclas, Japón y España están muy separados en el mapa... Y no solo en eso. Allí, los políticos sospechosos de corrupción no pueden soportar la vergüenza y acaban suicidándose para limpiar su honor. Aquí, en cambio, casi alardean de ello, se burlan de los tribunales y encima se presentan a las elecciones, ¡¡y salen elegidos!!
Los extremos nunca son buenos. ¿No habrá un término medio?
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