La llamada
Lo encontraron muerto al lado del teléfono, con un pie descalzo y el otro enfundado en un viejo calcetin que había vivido épocas mejores. El último número marcado era el mismo de la casa en la que había vivido los últimos siete años solo. En el contestador sólo se escuchaba una voz infantil, como de una niña de cuatro años, que llanaba a su abuelo desde un lugar que sonaba remotamente lejano.
Y lo más extraño es que nadie pudo encontrar nunca el otro calcetín...
Y lo más extraño es que nadie pudo encontrar nunca el otro calcetín...
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kaveri -
Bo Peep -