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Viaje a los sueños (polares)

Días primero y segundo

Días primero y segundo

Tras devorar las uvas en la soledad de la noche, desafié a la pereza y salí a la calle a ver que deparaba la noche. Fue todo un acierto porque en buena compañía deparó un buen montón de risas, y no hay mejor manera de empezar.

Después por la mañana (es decir, solo unas horas después de desayunar churros y chocolate frío), me largué a Murcia a comer migas con compañeros de la facultad. Muy ricas nos salieron, por cierto. Ya le voy cogiendo el truquillo a esto de las migas. Pero mejor que las migas es reencontrara gente que hace meses que no ves.

El segundo día, en casa, a trabajar un poquito, y también a ordenar mi habitación, que es casi tan difícil como ordenar mi vida. En ambos casos me da la sensación de que no me caben tantas cosas como quisiera (aunque parece que con mi vida me desenvuelvo mejor, será que el tiempo es más elástico que el espacio).

Otros años hacía el balance del año la tarde del día uno. Eso, como mi costumbre de escribir cada día un poco, ha pasado a mejor vida, aunque ahora he vuelto a escribir, un poco al menos.

Ah, y ando escuchando la BSO de Brokeback Mountain, muy ttranquilita ella. Yo me he leido el relato original que inspiró la película, y me ha gustado mucho.

2 comentarios

Tranca-Man -

Hombre, estaba claro que Brokeback Mountain iba a caer...

kaveri -

No se trata de hacer la pelota, pero a los tres compañeros de noche, me lo pasé muy bien, gracias. No somos de oro, pero somos mejores aún.