Recuperado
Tras la visita a Madrid y las horas de sueño en avión y tren, llegué a mi cama anoche y me recibió con los brazos abiertos. Yo me entregué a ella, y esta mañana soy persona otra vez. Listo para enfrentarme de nuevo a una semana de trabajo con pocas sorpresas, salvo una comida en la casa de mi jefe para despedir a uno de los becarios que regresa a Uruguay para una temporada. Se le ecará de menos en el aula, da ambientillo con su acento y su sentido del humor, y además es una buena fuente de consejos. Menos mal que podemos seguir en contacto por internet, ahora que empiezo en serio con mi tesis le voy a necesitar.
Bueno, me pongo el traje de alpinista que hoy tengo una montaña de trabajo, inlcuyendo emails y artículos que leer.
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