¿Sí o no?
Cuando despertó, ella ya se había marchado. O tal vez no. ¿Acaso estuvo ella allí alguna vez? Empezó a dudar si todo lo sucedido la noche anterior no habría sido más que un sueño. Pero el sutil olor a pólvora que aún se conservaba entre las sábanas revueltas no dejaba lugar a dudas.
Nunca desconfíes del poder de los sueños.
Nunca desconfíes del poder de los sueños.
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oroD -