La playa
Hoy he ido al traumatólogo, por lo de mi esguince . Ése que ve meniscos que sólo existen en su cabeza . A pesar de eso, hoy se ha portado bien conmigo. A la vista de mi resonancia, me ha dicho que todo iba bien aunque un poco despacio, y que sólo tenía una leve lesión crónica en un ligamento, resultado de algunos esguinces anteriores (¡Y yo sin haberlos notado!). Me ha prescrito una rehabilitación que va a dar envidia: caminar todos los días una hora por la playa, con el agua hasta las rodillas. No sé si me rehabilitaré rápido, pero en un més estaré tan moreno como el negrito del colacao; al menos me resultará más fácil encontrar alguien que quiera cuidarme para el resto de mis días...
Hoy he hecho mi primera sesión de paseo marino, y he sacado dos conclusiones. Primera: es el momento de comprarse un MP3 o un iPOD, para acompañar mis largas horas de soledad. Hoy mi hermano se ha ofrecido a acompañarme, pero después de 20 minutos tenía frío y me ha abandonado. Segundo, cuando sale el sol los Erasmus peregrinan a la playa en masa; cuando apenas brilla, también.
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